Me encuentro a uno de mis chavales en el tren. 15 años (repetidor de 2 º ESO). Estancia temporal en un centro de menores (por delito con violencia). Nos ponemos a hablar. Cuando salimos del tren saca una cajetilla de Fortuna:
- ¿Fumas?
Me ofrece un pitillo.
Le digo que no. Que dejé de fumar y que me costó mucho (le miento en lo segundo). Que, aunque ya lo sabrá porque se lo habrán dicho mil veces, debería dejarlo. Me contesta:
- Si ya lo sé. Lo que pasa es que ya he intentado dejar de fumar en dos ocasiones y no hay manera.
- ¿Fumas?
Me ofrece un pitillo.
Le digo que no. Que dejé de fumar y que me costó mucho (le miento en lo segundo). Que, aunque ya lo sabrá porque se lo habrán dicho mil veces, debería dejarlo. Me contesta:
- Si ya lo sé. Lo que pasa es que ya he intentado dejar de fumar en dos ocasiones y no hay manera.